martes, 28 de mayo de 2019

¡SOMOS ECOESCUELA!


     Como suele pasar con casi todo en esta vida, cuando una empieza algo todo le parece muy complicado, las cosas requieren mucho esfuerzo y, a veces, no se está segura de que el objetivo se vaya a cumplir o de que realmente merezca la pena. Y como también pasa la mayoría de las veces, cuando se ven los frutos del trabajo realizado (y nunca mejor dicho pues nuestro huerto es precisamente lo que nos da) una inmensa satisfacción sustituye a cualquier quebradero de cabeza pasado.
     Y es que cuando me he puesto a recopilar todo lo que se ha elaborado durante el curso relacionado con este maravilloso proyecto de Ecoescuelas en el que prácticamente ha estado involucrado todo el centro, casi me daba para dos o tres artículos.
     ¿Por qué tener que ir a comprar instrumentos musicales cuando hemos sido capaces de crearlos nosotros mismos con material reciclado? Nuestros alumnos han sido capaces de diseñar una casa ecológica, han elaborado una infografía de elementos relacionados con el medio ambiente, otro grupo ha llevado a cabo la campaña publicitaria “Salvemos el Medio Ambiente”…
     Está claro que el principal objetivo se ha conseguido, ese de concienciar a la comunidad educativa de la importancia de la naturaleza que nos rodea, del reciclaje, del cuidado del cuerpo y la mente (vídeo rapero anti-tabaco), del saber aprovechar y no contaminar lo que tenemos… Pero es que, además, para conseguir lo anterior, nuestro alumnado ha sido capaz de utilizar nuevas herramientas tecnológicas, como las necesarias para llevar a cabo el vídeo “Ponte en marcha”, comprometidos con la movilidad sostenible.
     Solo había que mirar sus caras para saber lo que estaban disfrutando fabricando cestas con papel de periódico, marcos para cuadros con cartones, cabezones peludos (plantas), parterres para plantas, jabones ecológicos… ¡y Ricardita! ¿Cómo, que todavía hay quien no sabe quién es Ricardita? Pues a día de hoy el espantapájaros más famoso del Valle de los Pedroches.
     Podría parecer que con todo lo anterior valía para un año, pues es más que evidente que la preparación y desarrollo de cada una de estas actividades han requerido un esfuerzo considerable por parte de profesores y alumnos, ¡pero no!, la lista de tareas medioambientales se incrementó aún más con una serie de charlas de apicultura, la elaboración de un decálogo medioambiental (incluyendo un curioso concurso de rimas), una ruta turística en inglés por Pozoblanco orientada a la limpieza y cuidado de la ciudad, una serie de trabajos elaborados para estudiar la contaminación producida por las grandes empresas, un concurso de fotografía, debates… y, para completar, una completa fabricación de marionetas recicladas para hacer un teatro.
     Uf, como dije al principio, si tuviéramos que pensar ahora mismo en empezar de cero con todas estas cosas nos parecería un mundo y eso que nos queda la joya de la corona, la crem de la crem, el no va más, aquello con lo que hemos alcanzado la cumbre… ¡Nuestro huerto!
     Allá por el primer trimestre comenzó la aventura del huerto. Hubo que preparar el proyecto del mismo, construir los invernaderos, traer tierra fértil y plantar. ¿Y qué plantamos? Pues todo lo que se nos ocurrió: cebollinos, acelgas, lechugas, fresas, habas, patatas… Vamos, más cosas que en la sección de hortalizas del Mercadona. Y,  para acompañar, unas plantas aromáticas (lavanda, romero, tomillo…) y un semillero para plantar tomates autóctonos.
     Nuestros alumnos del aula específica y de FPB han sido los encargados del cuidado del huerto y tan bien lo han hecho que hemos tenido una más que productiva cosecha, sobre todo en cuanto a fresas y acelgas se refiere. Pero lo mejor estaba por llegar porque estos alumnos han sido capaces de elaborar sus recetas de tortilla de acelgas y postres con fresas, tan buenas que ya las quisieran para sí esos restaurantes tan afamados de cinco estrellas Michelín.
     ¿Qué más se puede pedir?

Doña Verónica López Gallego
























No hay comentarios:

Publicar un comentario