lunes, 17 de febrero de 2020

¿QUÉ FUE DE...? GLORIA AMOR GARCÍA



Gloria Amor García (Pozoblanco, 1994) fue alumna de nuestro Centro, donde cursó sus estudios de Secundaria Obligatoria entre los años 2006 y 2010.


¿Cómo fue tu experiencia en el IES “Ricardo Delgado Vizcaíno”?

Siempre que comienzas una nueva etapa, las ganas y el miedo suelen ir de la mano; aún más si sabes que lo nuevo implica grandes cambios, como ocurre cuando pasas del colegio al instituto.
Sin embargo, para mí, la segunda de estas sensaciones desapareció apenas entré por la puerta del aula. Lo que yo imaginaba como algo distante o frío, se convirtió en un entorno en el que, dentro de la complejidad que conlleva pasar a un curso mayor, la tranquilidad y la distensión se palpaban de manera clara. Y así, cada año superado, suponía un plus de bienestar.
En el terreno educativo, tengo que destacar la enorme suerte que tuvimos mis compañeros de promoción y yo. Cada uno de los profesores dieron lo mejor de sí para formarnos en cada uno de los ámbitos que les competían. Y yo, personalmente, destaco el buen nivel de Inglés y Matemáticas. Asignaturas que, a pesar de su dificultad, profesores como doña Juani o don Manuel hicieron que llegase a disfrutarlas.  
En el IES "Ricardo Delgado Vizcaíno" también tuve la suerte de conocer a personas maravillosas que me aportaron muchos momentos de felicidad. Allí forjé amistades que todavía conservo y que sé que son para siempre.
Por eso, cuando tuve que abandonar el centro para continuar con mi formación, llegué a sentir un vacío, pues era perfectamente consciente de que la sensación de protección impropia de un IES ya no iba a acompañarme en las siguientes etapas de mi vida.

¿Qué recuerdos tienes de tu paso por el Centro?

En general, muy agradables.
El primer año quedó marcado con un amargo suceso que sobrecogió a todo el Centro. Pero el calor y la alegría que arropaban a cada uno de los que allí pasábamos el tiempo hicieron que viviera momentos muy felices.
Como para cada niño, los días de  excursión eran los más deseados y yo tengo que destacar el viaje a Sierra Nevada y el viaje de final de curso a Salou y Barcelona entre los más divertidos de los que he tenido la suerte de vivir.
También tengo muy buenos recuerdos del ambiente tan cómodo que había dentro de las clases, tanto entre los alumnos y profesores, como entre los compañeros entre sí; siempre dentro del respeto y sabiendo que no se podían sobrepasar ciertos límites. Todo ello contribuía a hacer de la convivencia una relación de entendimiento y bienestar en la que estaba presente la educación y la formación.

¿Alguna anécdota que contar de aquellos años?

Me resultaría complicado destacar algún hecho concreto.
Podría hablar de las clases de Tecnología en el taller,  cuando con apenas trece años nos sentíamos verdaderos carpinteros, utilizando la segueta para crear proyectos muy interesantes; las clases de Música donde teníamos la posibilidad de examinarnos con el teclado de un piano, dejando atrás la recurrente flauta; los corros de Francés con don Jacinto, con los que aprender vocabulario dejaba de ser aburrido para pasar a ser un reto con su consiguiente motivación; las clases de Educación Física colaboraron en gran medida a fortalecer el vínculo de amistad entre los alumnos y compañeros, pues la mayor parte de las actividades que teníamos que realizar se basaban en la colaboración y la cooperación, mediante las clases de acrosport, coreografías grupales, bádminton, voleibol y las demás que requerían que ese vínculo estuviera presente para poder desempeñarlas.
Pero, dejando a un lado el aspecto académico, quizás resaltaría la fiesta de fin de curso, cuando nos tuvimos que despedir del Centro. Éramos los mayores y nos tocaba protagonizar ese día, recogíamos las orlas y finalizaba una etapa que, sin duda, iba a marcar nuestras vidas. Recuerdo que los sentimientos de alegría, ilusión y de nuevo, el miedo a  los que he aludido  al comienzo de esta entrevista, volvían a estar presentes. Quizás la preocupación por separar nuestros caminos y dejar de vernos a diario, hicieron que especialmente viviéramos unos días de final de curso llenos de armonía y buenos momentos.

¿Dónde cursaste el Bachillerato? ¿Te resultó fácil?

Cursé el Bachillerato en el IES “Los Pedroches”.
Lógicamente, el grado de complejidad aumentó considerablemente. Los alumnos que procedíamos del IES “Ricardo Delgado Vizcaíno” tuvimos que atravesar la transición derivada del cambio de Centro, profesorado, dinámica y costumbres.
Yo me decanté por la modalidad de Ciencias Sociales y, personalmente, la asignatura de filosofía fue la que más “dolores de cabeza” me supuso, ya que la forma de estudiarla y trabajarla era completamente diferente a lo que estaba acostumbrada.
Por lo que a las demás asignaturas se refiere, el tiempo de estudio era superior a lo que había que dedicarle en la ESO por su mayor contenido y dificultad.

¿Qué carrera estudiaste? ¿Por qué la elegiste?

Estudié Derecho en la Universidad de Córdoba.
Mi intención desde pequeña era estudiar idiomas, concretamente, Inglés. La asignatura me apasionaba realmente. Pero fue en el momento de elegir las posibles opciones, una vez aprobada la selectividad, cuando me decanté por Derecho. Hasta entonces no sabía si aquello iba a encajar conmigo porque en ningún momento previo a cursar la carrera recibimos formación en este campo, pero tenía curiosidad por saber un poco sobre aquello. Este motivo junto al amplio campo de posibilidades laborales que se derivan del ámbito jurídico hicieron que lo eligiera como primera opción.

¿A qué te dedicas profesionalmente en la actualidad?

Actualmente estoy preparándome las oposiciones para el Cuerpo de Letrados de la Administración de Justicia, habiendo superado las dos primeras pruebas del proceso selectivo  y estando a la espera del tercer examen.
Desde que terminé la carrera, me dediqué por completo a la oposición, estudiando diez-doce horas diarias y con un solo día de descanso a la semana durante tres años y medio. Ahora, que estoy casi llegando a la meta, me doy cuenta de que es la mejor elección de mi vida a pesar del sacrificio, pues la recompensa es inconmensurable.

¿Cuáles son tus “hobbies” preferidos?

En estos últimos años no he tenido demasiado tiempo libre para dedicarlo a otras cosas que no fuera estudiar. Aprovechaba cada periodo de vacaciones para viajar, que es algo que amo. Además de eso, me gusta leer, ver series y películas; salir a caminar me relaja y ayuda mucho. También escucho mucha música porque consigo evadirme con ello y me transmite muy buena energía.  Aunque tengo que destacar los momentos en los que estoy con mi familia y amigos, creo que esa es mi afición favorita y la que más feliz me hace.

¿Qué le recomiendas al alumnado del IES “Ricardo Delgado Vizcaíno”?

Aunque considero que soy la primera a la que le queda mucho por aprender de la vida en general y, en base a ello, no me veo lo suficientemente experimentada como para influir de modo trascendente en alguien, hasta ahora hay algo que he aprendido e interiorizado de forma tajante: Hay que saber exprimir, aprovechar y sacar el máximo rendimiento a cada etapa que la vida te ofrece, es decir, no desaprovechar los conocimientos, las personas y las experiencias que se pongan por delante en un momento determinado ya que, una vez pasadas, no volverán a darse, por lo que es importante ser consciente de que, tengamos la edad que sea, siempre disponemos de la oportunidad de poder aprender algo de alguien; por lo que mostrar pasividad sobre todo ello solo contribuirá  a crear una ignorancia que no es sino fruto de lo que nosotros hemos consentido.
Dirigiéndome directamente a vosotros, los alumnos, os diría que sois muy afortunados tanto por poder gozar de una educación digna y que os brinda la posibilidad de poder formaros y llegar a cumplir vuestros sueños (algo que no es posible en otros lugares del mundo), como por tener una edad perfecta para poder hacer de vosotros lo que deseáis. No lo desaprovechéis.

Muchas gracias, Gloria, y mucha suerte con las oposiciones.


lunes, 10 de febrero de 2020

REPRESENTACIÓN TEATRAL DE "EL LAZARILLO DE TORMES"


El lunes, 10 de febrero, el grupo de 3º ESO A viajó a Córdoba para asistir en el Teatro Avanti, dentro del circuito Escenarios Educativos, a la representación teatral de El Lazarillo de Tormes, la inmortal novela renacentista de autor anónimo que inauguró el género picaresco. Ambientada en la España del siglo XVI, cuenta las desventuras de Lázaro, un muchacho que, tras pasar por distintos amos, termina como pregonero de vinos en la ciudad de Toledo. 
La adaptación teatral estuvo a cargo de la compañía catalana Teatro del Repartidor. La novedad de dicha representación radicó en que fueron dos actrices quienes interpretaron todos los papeles (Lázaro, el ciego, el cura, el maestro buldero, el hidalgo, el arcipreste de San Salvador, etc.), y lo hicieron de forma amena y atractiva para el alumnado de Secundaria. La obra duró, aproximadamente, una hora, tras la cual hubo un breve coloquio en el que las actrices respondieron a las preguntas que se les hicieron y comentaron algunos aspectos curiosos de la pieza teatral.
Nuestro alumnado compartió autobús y actividad con el del IES "Antonio María Calero", con quien confraternizó en el centro comercial "El Arcángel", donde dispuso de tiempo libre antes del regreso a Pozoblanco.







jueves, 6 de febrero de 2020

TORNEO RURAL DE DEBATE

Os voy a hablar de la mañana más alucinante de mi vida. El 28 de noviembre acudimos al Torneo Rural de Debate de Peñarroya- Pueblonuevo. Al llegar allí, todo el equipo estaba muy nervioso, pero nuestra excelente profesora supo transmitirnos toda la tranquilidad que necesitábamos. Cuando nos indicaron donde íbamos a competir, fuimos directos hacia allí sin esperar ni un minuto. Una vez allí, estuvimos esperando al equipo contra el que competíamos y, mientras tanto, nos estuvimos fijando en quién era nuestro jurado. Por fin llegó el equipo contrincante y empezamos a debatir y, al terminar, hasta nosotros mismos nos quedamos sorprendidos de lo bien que lo habíamos logrado hacer. Fue una gran satisfacción poder escuchar todas las cosas positivas por parte del jurado, al igual que las negativas puesto que nos ayudó a mejorar en los siguientes debates. Yo no pude sentirme mejor cuando me comunicaron que había sido la mejor oradora de nuestro primer debate. Fue una de las mejores noticias que me han dado en la vida y me hizo tener más ganas de debatir.
Después hicimos un breve descanso hasta que llegó el siguiente equipo, que estaba formado por personas de S
egundo de Bachillerato. Nosotros estábamos bastante asustados, pero gracias a los profesores don Aurelio y doña Rocío supimos sacar toda la valentía posible y debatir con todas nuestras fuerzas. Fue un debate muy reñido puesto que eran chicas muy bien preparadas y, por lo tanto, un equipo muy fuerte. Al terminar, mi equipo y yo nos sentimos más eufóricos que nunca puesto que sentíamos que en el debate habíamos estado a la altura de un equipo que nos superaba en edad. Después de eso, nos tocó trasladarnos a otro lugar para seguir debatiendo, en este caso con gente más tímida y con menos experiencia. Disfrutamos mucho este debate, demostrando todo lo que habíamos trabajado las semanas anteriores. Después llegó la hora de la comida. Este rato nos sirvió para relacionarnos con gente de otros equipos y de muchísimos lugares distintos y compartir diferentes ideas, al igual que recibir apoyo y darlo a otros equipos. Después de la comida, anunciaban quién pasaba a cuartos de final. Mi equipo y yo nos mordíamos las uñas porque nuestro mayor deseo era pasar. Con las manos bien apretadas entre nosotros y con los dedos cruzados, anunciaron que uno de los equipos que pasaba era el nuestro. Nos pusimos a gritar de alegría y a felicitarnos. Tocaba volver a debatir. 
Nos tocó enfrentarnos a un equipo que lo había formado nuestra antigua orientadora. El cansancio en mi equipo se empezaba a notar, pero aun así nos esforzamos todo lo que pudimos. Después nos tocó enfrentarnos a uno de los momentos más duros y era saber si pasábamos o no a la semifinal. Todos nerviosos y con el corazón a mil fuimos conocedores de que pasábamos a la semifinal y aunque se notaba el desgaste de un día agotador y de muchas emociones lo dimos todo. El otro equipo era también de Segundo de Bachillerato, con el que nos encontramos muchas sorpresas, aunque sin lugar a dudas, todas estas nos hicieron aprender como nunca.
Desgraciadamente y por muy poco, no conseguimos ganarle a ese equipo y, por lo tanto, nos quedamos a las puertas de la final. Puede sonar un poco amargo, pero nosotros estábamos tan orgullosos de todo esto y de todo el trabajo que habíamos realizado que nos fuimos con una victoria personal. Cada uno de nosotros se sintió ganador por haber llegado tan lejos. Una vez llegados al pueblo, nos fuimos a descansar y al día siguiente obtuvimos todas las felicitaciones por parte de nuestro profesorado. Gracias a esta oportunidad tuve una de las mejores experiencias de mi vida.


                                Gloria Domínguez Calero, 4º ESO A