El día que nos
comunicaron el destino (Cantabria) y las actividades que íbamos a realizar en nuestro viaje
de fin de estudios, nos pareció fantástico. Además, en esta experiencia nos
acompañarían doña Carmen Astorga y don José Luis Herruzo.
Los días previos a
la excursión todos estábamos muy nerviosos y con ganas de ir al norte de
España. Hablábamos sobre la ropa que llevaríamos, las actividades que íbamos a realizar, si haría un tiempo
bueno o, por el contrario, nos caerían unos buenos chubascos…
Salimos el 1 de
abril sobre las once y media de la noche. Nos esperaba un viaje de muchas horas
en autobús, pero se nos hizo aún más largo, no sé si por la impaciencia por
llegar o porque, al fin y al cabo, eran muchos kilómetros.
Cuando llegamos a
la capital de Cantabria, recogimos a la que iba a ser nuestra monitora durante
todo el viaje, Maribel. A continuación, visitamos Santander durante todo el
día. Uno de los edificios que más nos impresionó fue el Palacio de la
Magdalena. Al final de la jornada, fuimos a nuestro hotel en Cangas de Onís
donde hubo el reparto de habitaciones. Después de cenar en el buffet, nos
reunimos en una sala e hicimos algunos juegos. Terminados estos, cada uno se
fue a su habitación y nos acostamos.
A la mañana
siguiente, fuimos todos juntos a desayunar y después nos dirigimos a Covadonga
donde visitamos la basílica, la cueva de la Virgen de Covadonga y los
espectaculares Picos de Europa. Subimos en un minibús y no podíamos imaginarnos
lo que vimos al final del trayecto: unos lagos inmensos y nieve en lo alto de las
montañas y alrededor de nosotros. Las vistas me parecieron impresionantes y
disfrutamos mucho.
Al bajar de los
Picos de Europa, nos dirigimos hacia el Parque Multiaventura con puentes
colgantes, tirolinas… Al final del día,
volvimos al hotel, cenamos y vimos el partido de Champions del Real Madrid.
Al día siguiente,
fuimos al mirador del Fitu, donde las vistas también eran impresionantes. A
continuación, visitamos el Llagar de Sidra, donde nos explicaron cómo se hacía
la sidra y cuánto se tardaba. Después dimos un paseo hasta la playa y
regresamos al hotel, donde cenamos y tuvimos una velada con juegos.
En el quinto día,
fuimos a Santillana del Mar, pueblo que es uno de los más bonitos de España. A
continuación, visitamos las Neocuevas de Altamira, una réplica milimétrica de
las originales cuevas de Altamira, donde vimos pinturas rupestres
impresionantes. Posteriormente nos montamos en el autobús y nos dirigimos hacia
Madrid. Cuando llegamos, hubo reparto de habitaciones y cenamos.
El último día fue
uno de los mejores ya que fuimos al Parque Warner. Allí nos montamos en todas
las montañas rusas que pudimos, en la Caída Libre y, además, algunos compañeros
se llevaron algunos peluches gigantes como recuerdo. Al final del día, nos
montamos en el autobús y regresamos a Pozoblanco, donde estaban todos nuestros
padres esperando a que llegásemos y a que le contásemos esta gran experiencia.
Me gustaría darles
las gracias a mis compañeras y compañeros, a doña Carmen, a don José Luis y a
nuestra monitora por hacer que nunca olvidemos este viaje.
Jesús Tierno Villarejo, 4º ESO A.
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