domingo, 29 de octubre de 2017

ENTREVISTA A DON RAFAEL SASTRE



"La experiencia en el IES Ricardo Delgado Vizcaíno como profesor y como director me ha servido en toda mi trayectoria posterior a nivel profesional y yo diría que incluso también a nivel personal"


Don Rafael Sastre Arranz nació en Málaga el 22 de mayo de 1969 y es licenciado en Ciencias Matemáticas.



¿En qué período ejerció como director del IES Ricardo Delgado Vizcaíno?



Ejercí durante cuatro años desde el curso 2002/2003, dentro de la primera década de funcionamiento del Centro.



Antes de su llegada al Centro, usted había ejercido la docencia en otros destinos. ¿Puede contarnos su trayectoria profesional anterior a su etapa como director?



El IES Ricardo Delgado Vizcaíno fue mi primer destino definitivo. Antes de llegar a él, estuve siete años en expectativa de destino, ejerciendo en varios institutos de Málaga. Aprobé las oposiciones en el año 1993 y realicé mi año en prácticas en la Universidad Laboral de Málaga, donde estuve destinado dos años más. Después estuve en otros institutos, uno o dos cursos en cada uno. Casualmente, justo el año anterior de llegar al IES Ricardo Delgado Vizcaíno, estuve en el mismo Centro en el que ahora estoy destinado desde hace dos cursos.



¿Cómo y en qué circunstancias llegó a la dirección del Centro?



Llegué al instituto el curso 2000/2001, dos años antes de comenzar a ejercer como director. No puedo negar que me atraía la posibilidad de tener la oportunidad de aportar algo a la organización y funcionamiento del instituto. Animado por algunos compañeros y compañeras nos decidimos a presentar el proyecto de dirección el año 2002. Desde luego, tengo que decir que no solo se trataba de que yo me decidiera a presentarme. Se trataba de formar un equipo, y los compañeros Maribel y Antonio María fueron personas fundamentales para tomar la decisión de presentarnos a la elección, apoyada finalmente de modo mayoritario por el Consejo Escolar del Centro.



¿Qué recuerdos guarda de aquella época?



Pues guardo buenos recuerdos, la verdad. El primer año recuerdo que tuvimos mucho trabajo adaptándonos a los cargos e intentando llevar a cabo los objetivos que nos habíamos marcado. La relación con el AMPA fue intensa y creo que se lograron algunas cosas, aunque no todas las que deseábamos. También tenemos que agradecer la colaboración de todo el claustro de profesores y profesoras, con los que pudimos contar para todo lo que proponíamos. Su ayuda, trabajo y consejo siempre fue imprescindible.



¿Lo marcó de alguna manera su paso por el Centro?


Por supuesto. Recuerdo muchas veces todo lo que vivimos allí. Aunque suene a tópico, es muy cierto que aprendí mucho y la experiencia en el IES Ricardo Delgado Vizcaíno como profesor y como director me ha servido en toda mi trayectoria posterior a nivel profesional y yo diría que incluso también a nivel personal.



¿Qué objetivos considera que cumplió en su etapa como director?



Uno de los objetivos principales cuando emprendimos la dirección era aprobar el Reglamento de Organización y Funcionamiento, y conseguimos consensuarlo y aprobarlo. También creo que contribuimos a establecer unos protocolos de funcionamiento común en cuando a medidas básicas, como la promoción de la convivencia en el Centro, el control de faltas de asistencia y el establecimiento de unos criterios para evaluar, fijando unos parámetros curriculares básicos con el objetivo de proporcionar una educación de calidad al alumnado del Centro. Para ello consideramos imprescindible contar con el Claustro de profesores –nunca olvidábamos que formábamos parte de él-, ya que es el que al fin y al cabo tiene que poner en práctica la difícil tarea de proporcionar esa educación a los estudiantes que pasaban por nuestras clases.



¿Le quedó alguna espina clavada, algún objetivo sin cumplir?



Seguro que quedaron objetivos inacabados o, incluso, sin abordar, pero me resulta difícil recordarlos debido al largo tiempo que ya ha transcurrido. Sin embargo, no me quedó ninguna espina especialmente clavada porque siempre tuve la sensación de que hicimos todo lo que estuvo en nuestra mano para cumplir con todo lo que nos planteamos. Otro tema es si conseguimos llevarlo a cabo de forma acertada o no.



Tras su paso por el IES Ricardo Delgado Vizcaíno, ha continuando ejerciendo la labor docente. ¿Puede contarnos cuáles han sido sus posteriores destinos?



Tras dejar el IES Ricardo Delgado, me incorporé al IES Salduba, de San Pedro de Alcántara, en Málaga. Allí he estado destinado durante diez años ejerciendo como profesor de Matemáticas y asumí el cargo de adjunto a la Jefatura de Estudios durante dos cursos. En el año 2016 solicité trasladarme a la capital de Málaga y conseguí destino en mi actual centro, el IES Emilio Prados, de Málaga, en el que, además de dar mis clases de matemáticas, desde este curso ejerzo el cargo de Jefe de Estudios.



Pero usted no solo es profesor. Además de la enseñanza, ¿cuáles son sus otras inquietudes?



Durante el curso, en los ratos libres que deja nuestra labor de docente, me gusta tener siempre alguna novela a mano. También el cine es uno de mis entretenimientos preferidos, así como la música. Y, aunque esté relacionado con mi profesión y lo aplique a mi labor docente, me encanta dedicarme a leer y estudiar cosas sobre matemáticas y programación informática.



Para finalizar, ¿qué le desea a la comunidad educativa del IES Ricardo Delgado Vizcaíno en su vigésimo aniversario?



Tanto a los alumnos y alumnas como a los compañeros y compañeras del profesorado les deseo siempre que no pierdan nunca la curiosidad por aprender, que guíen unos y se dejen guiar otros hacia el conocimiento, que es la herramienta fundamental para llenar la sociedad de ciudadanos comprometidos, críticos y, sobre todo, libres. Estoy seguro que así se ha conseguido con todas las generaciones que ya han pasado por el instituto y deseo que así siga siendo para muchas generaciones más.

Quiero mandar un fuerte abrazo a todos los compañeros y compañeras que conocí en el instituto, estando seguro de que sigue intacto su compromiso con la labor educativa que compartí con ellos en un instituto del que mantengo inolvidables recuerdos.